LOS CAMINOS INVISIBLES

Mis iniciales clases fueron en el medio rural, si bien es cierto mi juventud, mis sueños y mis alumnos enraizaban mis días, había días en que la soledad envolvía completamente mi comunidad y mi estado de ánimo….

En la plancha de un vallecito, la casa del maestro, la escuela y su par de aulas, la huerta y el camino polvoso eran en ocasiones mis vistas rumbo al vacío de la soledad….

Soledad por los puentes escolares, sin vehículo, sin dinero y sin alumnos los días alargaban sus horas y el intenso calor de los veranos hacía más larga la ausencia de todo ello….

Tras el marco de las varas que servían de cerco escolar estaba un cerro empinado de decenas de metros y lleno de piedras en su cantiles ,adornado por matas silvestres en sus entrañas….

Ahí me gustaba subir con un libro a cuestas y la mochila al hombro, una botella de agua, un sombrero de vaquero y penacho de humo guardado en forma de cigarros Raleigh en la bolsa trasera…

Ahí subía en un par de horas y sobre la orilla del cantil ,en flor de loto platicaba con las aves, los vientos y los zopilotes…

Y en los senderos invisibles del viento dejaba volar mis escombros de sueños rotos… mis hastíos, mis hartazgos y mis silencios…. Pegaba un suspiro al viento y en imaginación ya sana volaba hacia mis padres mi familia y mi casa que estaba a muy muy larga distancia…

Podrás pensar de cuál fumaba el maestro?… de ninguna si eres de mi generación y un día estuvistes sembrado en la soledad de la sierra, siendo a veces estrella, risa o telaraña sola.

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