En Opinion de...Punto 414

UBER Y LOS TAXISTAS…

En el 2009 un americano en San Francisco tuvo la idea de hacer un programa que funcionara con la ciudadanía para crear un sistema alterno de transporte que le diera mayor certeza, mayor seguridad, mayor eficiencia, mejores servicios en general a los ciudadanos que ocupaban un taxi; sí un servicio al que llamó UBER.

Después del 2009, viendo el éxito que tuvo, grandes ciudades en todo el país y en el mundo se inscribieron en este programa; hoy más de trecientos noventa en el mundo están acogidas a este sistema que opera vía satelital, y en todas ellas hay satisfacción en los clientes.

¿Cómo funciona?

Usted tiene un vehículo 2014 a la fecha, es decir, de tres años para acá. Se inscribe en una plataforma para que le verifiquen los datos ¿Dónde vive?, ¿A qué se dedica?, ¿Qué es lo que hace?, ¿Cómo está su vehículo, su unidad?… y esto le permite que usted entregue de los beneficios que obtenga un 25 % a UBER y el resto es para el propietario de la unidad o quien maneje el sistema. Esto ha dado tranquilidad y certeza. En las grandes ciudades y aquí en el país ya está trabajando; tal vez los puntos más significativos son Guadalajara y el Distrito Federal.

La entrada de ellos no ha sido tersa, ya que las grandes organizaciones de taxistas se han opuesto, porque dicen que ha habido un desplazamiento de su trabajo cotidiano ya que de eso viven y que genera una desleal competencia. Pero como el que manda es el cliente, obviamente el cliente se encuentra satisfecho.

¿Por qué?…porque usted habla a un taxi normal, en primer lugar si le va bien llega una unidad pero llega un taxista a veces en condiciones poco agradables a la vista, con el sonido del radio alto, una carcacha destartaladas, sin aire acondicionado, con fallas en los vidrios, etc. Estoy hablando en una ciudad en donde ya opera, ahorita vamos a aterrizar el tema de nuestro estado.

En cambio, habla a UBER y un sistema en automático le dice usted en dónde está y dónde puede encontrar cerca un chofer que esté inscrito en este programa,;le llega un ciudadano en una unidad 2014,2015 o 2016, con todas las condiciones, se acredita (usted observa su credencial de UBER), y él lo traslada en comodidad, seguridad, certeza en limpieza, a tiempo, etc., al lugar a donde usted se dirige. No hay quejas en la generalidad con respecto a este servicio; la gente siente que es un ciudadano más que está prestando este servicio.

Obviamente esta competencia ha generado a que la gente se empiece a inclinar a estas ciudades por el sistema UBER en vez que por el sistema tradicional o convencional.

En días pasado aquí en el estado, la ASATA que es una organización de taxistas en La Paz que maneja o dirige Pedro Enrique López, quien fuera en un tiempo diputado local plurinominal por el PRI, hizo una gallo vehicular que metió un intenso caos en la ciudad de La Paz por cerca una hora, y en donde estaban ellos pidiéndole al gobernador del estado Carlos Mendoza Davis que interviniera para proteger a los taxistas y proteger la fuente de empleo que pudieran permitir a la gente de los taxis de La Paz y Los Cabos un ingreso y sigan teniendo los usos de taxis tradicionales.

Obviamente que se fueron más arriba y le piden al presidente Enrique Peña Nieto que baje el Switch satelital (así dicho literalmente) para que esta transnacional no entre a La Paz y Los Cabos y no vaya a haber este tipo de problemas.

Pero aquí es donde nace lo curioso: Pedro Enrique López es el mismo que ha tenido de rehén durante mucho tiempo a la ciudad con los taxistas y peseros que actualmente circulan en la ciudad.

Si usted se encuentra circulando por las calles de la ciudad encontrará que en los parabrisas traseros de los taxis exigen la salida de Jesús Robles, director de la API y López Soto, director de transporte, y así podría usted recuperar fotografías de antaño y seguramente encontraría en los mismos taxis a Enrique Castro que fuera director de transporte con Leonel Cota Montaño, así como Gabino, que fuera director de transporte algunos años también, en este caso ellos le tiran a quien esté, porque no quieren perder las canonjías que han tenido por mucho tiempo y sienten que con la llegada de UBER van a ser desplazados, porque también los sudcalifornianos ya es tiempo que requiramos y tengamos un transporte serio, formal, limpio, pulcro, seguro y no como el que tenemos actualmente, que es caro comparado con otras ciudades y aparte malo.

Hace mucho tiempo se anunció en el país que era necesario que se modernizara el sistema de transporte, pero como siempre han tenido de rehén al gobierno y a los ciudadanos, pues no han creído que pueda haber alternativas que lleguen y ahora que ven que UBER está siendo una alternativa ya probada, pues obviamente ponen el grito en cielo.

Por lo pronto, ya el ciudadano lo empieza a ver bien a UBER y se empieza a adentrar un poquito más en cómo funciona y cómo opera este sistema. Ya hay algunos dirigentes por ejemplo Jesús Alberto Páez Lizárraga, presidente de la CANACO, quien dice que los empresarios verían con buenos ojos la entrada de UBER a la capital del estado, que es necesario que se abra la libre competencia y que el ciudadano escoja y diga qué servicios le favorece y qué servicio es el que quiere.

Entonces próximamente habrá noticias de este sistema en Baja California Sur. Ojalá que al ciudadano se le deje decidir y no que sean los líderes de taxistas o grandes empresarios. Que sea el ciudadano el que elija así como, disculpe usted la comparación pero se decía que los Oxxo no tenía sentido que se ubicaran en la ciudad y que iba a haber desplazamiento de changarros y de la gente que tenía pocos recursos. Pues la realidad es que querámoslos o no, en forma callada reconocemos que los Oxxo llegaron a prestar un servicio más ágil, más limpio, más pulcro en la ciudad de La Paz y en el caso de Los Cabos.

Ahí está el tema de UBER, creemos que los ciudadanos tienen ya mayoría de edad y deben de decidir qué servicio usar, si el de UBER o el sistema tradicional. Nadie más, nadie más debe de poner el pie en el cuello sobre este tema, mas que le propio ciudadano.