REFLEXIONEMOS MÉXICO
Por desgracia en nuestro país estamos viviendo una realidad que nos lastima, no solo daña nuestra economía y paz social, sino además se ha convertido en una burla hacia nuestras personas.
Nos ha envuelto en un sismo de excesiva corrupción, de desequilibrios sociales alarmantes, y una economía que se devasta poco a poco a niveles que mancillan a una sociedad sedienta de bienestar y realidades.
Los principios que nos dieron patria y libertad están siendo pisoteados, poniendo a nuestro país ante propios y extraños, como una nación sin prestigio donde las premisas fundamentales liberales de libertad, igualdad y fraternidad, están siendo devastadas por políticos corruptos sin ningún aprecio ni responsabilidad de quienes representan.
Quienes formaron y dieron identidad a nuestro país, privilegiaron el interés nacional y el bienestar social de las clases más desprotegidas, donde el verdadero ejercicio de un gobierno democrático es del pueblo y para el pueblo, principios fundamentales que se han despedazado, que se han pulverizado, rompiendo a nuestra nación.
Los tres órdenes de gobierno, el ejecutivo, legislativo, el judicial, los gobiernos de los estados, sus congresos locales, sus gobiernos municipales, no tienen la mínima credibilidad, donde nosotros como ciudadanos hemos perdido la confianza hacia ellos por el descrédito y desprestigio de su función.
Ahora tenemos una nueva amenaza, la llegada de un fascista al poder en nuestro vecino país del norte, con amenazas sobre desestabilizar nuestra ya de por si golpeada economía, con creación de un muro que divide y lastima nuestra dignidad como mexicanos, un hombre como Trump con posiciones tan absurdas que deja ver entre otras cosas la poca calidad y conocimiento de quien lo eligió.
Respetable lector, ya es momento de actuar, de reflexionar seriamente sobre nuestro presente y futuro como mexicanos, ha llegado el punto de exigir intensamente, de actuar con sobrada energía para unirnos como pueblo, exigir que se respete nuestra soberanía, de hacer ver a todos aquellos que nos representan que nos han fallado, que la nobleza de la política, es el arte de hacer el bien en favor de las mayorías y de los grandes intereses nacionales.
Ya no podemos seguir siendo espectadores de última fila, donde por más que gritemos por la distancia tan grande existente, no nos escuchan, debemos actuar para corregir el rumbo de un país que se devasta.
Debemos ser partícipes y exigir se corrijan las acciones en seguridad pública, que la política social en realidad llegue a quienes más la necesitan, debemos pugnar por defender los bienes de la nación con verdadera identidad y que sirva en forma real al crecimiento económico y social, debemos exigir realidades no discursos y demagogia.
Hay que luchar a brazo partido contra la corrupción gubernamental, contra el dispendio doloso de partidos políticos, contra instituciones que bajo mantos de falsa democracia nos laceran y estancan.
Es el momento de unirnos como uno solo, y así, ante las amenazas externas, ante los desequilibrios internos, poder levantar la voz para que verdaderamente podamos ser escuchados, y hacer de nuestro presente y futuro, una realidad que nos lleve a estratos de crecimiento, de verdadera igualdad, libertad y fraternidad. Sin embargo, y como siempre, la mejor opinión es la de usted.