La pobreza lacerante
Nos reportan con bombos y platinos que en nuestro país los ingresos han aumentado, pero contrario a lo que todos podríamos suponer, se nos borra la sonrisa cuando nos percatamos que la pobreza también sigue aumentando, como que no podemos comprender que pasa, ¿acaso entendí mal, o estoy medio loco?
Pues ni entendimos mal y no estamos medio zafados, la realidad es cruel y lastimosa. Mire usted: Según la CONEVAL la pobreza paso de 45.5 a 46.2 por ciento, es decir, México es un país con ingresos medios, pero con una profunda desigualdad, o bien, dicho de otra forma, ahora el Gobierno Federal apuesta a reformas estructurales para situarse a nivel de las economías más avanzadas del mundo, nos llena de discursos y cifras halagadoras, pero, sin embargo, no puede reducir la pobreza.
La pobreza de nuestro país es para indignarnos a todos, ya que ésta se elevó 3.7 por ciento de 2012 a 2014, es decir, 2 millones más de pobres, y esto se dio, aun cuando el PIB aumento de 3.0% en 2012, a 1.4% en 2013 y 2.1% en 2014, pero además, si analizamos más allá de las personas que viven en pobreza y en pobreza extrema, según CONEVAL, se consideran vulnerables otros 40 millones, ya sea por necesidades insatisfechas, o bien por la caída de sus ingresos, solo 24 millones 600 mil mexicanos, es decir, uno de cada cinco, no son ni pobres ni vulnerables.
Ahora bien, como mide la pobreza CONEVAL, bueno pues la mide en los niveles de educación; del acceso a la salud y a la seguridad social, a la calidad de vivienda; a los servicios básicos en el hogar y el acceso a los alimentos.
¿Qué hacer entonces?. El gobierno federal basa su combate en las reformas estructurales, en particular en la de energía y telecomunicaciones, pero me pregunto ¿será suficiente?
Por desgracia solo nos resta esperar, la realidad es que los ricos son más ricos y los pobres más pobres, la desigualdad sigue permaneciendo como un cáncer incurable que agota y destruye a millones de mexicanos. El gobierno hace su chamba disponiendo de mayores recursos a programas sociales, pero no tiene aún la capacidad, por desgracia, para aplicar una verdadera política económica que nos saque del hoyo. Sin embargo, y como siempre, la mejor opinión es la de usted.