EQUILIBRIOS / ORFANDAD POLÍTICA
Pirotecnia Política: Sentirse completamente solo en el mundo, abandonado de repente por todos, abatido por el peso de una vergüenza desconocida o de alguna condena silenciosa es algo más pavoroso y misterioso que la muerte. (Giovanni Papini)
Al único priísta que le fue bien después del pasado proceso local y federal, que concluyó con la jornada electoral del pasado 7 de junio de 2015, fue a JUAN ALBERTO VALDIVIA ÁLVARADO, quién después de algunos meses de haber participado como candidato a Diputado Federal, le hizo justicia la revolución institucional y logró agenciarse la Delegación Federal de la Secretaria de Desarrollo Social en Baja California Sur.
El arribo del exdiputado local y ex dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a su nuevo encargo, obviamente no fue obra y gracia de la casualidad, ya que en política esta situación no existe; el hecho de que hoy despache en la oficina principal de SEDESOL es elementalmente por dos motivos, por un lado su capacidad operativa-política y por otro, sus relaciones de poder con gente encumbrada en la función pública nacional.
Pasada la celebración posterior al proceso electoral que citamos, quedaron en el escenario, los vencedores y vencidos, pero también los que “perdiendo” ganan.
Así, entre alegrías y lágrimas, transcurrieron los días y al cabo de un tiempo, iniciaron los “amarres” y el pago de facturas políticas, unos logrando acceder a las estructuras del Gobierno Municipal y Estatal, mientras que otros literalmente comenzaron a buscar trabajo o iniciar proyectos personales, incluso los menos, comenzaron a retomar sus actividades profesionales, pero la inmensa mayoría de ellos –hay que decirlo- no ha logrado definitivamente nada, andan en la incertidumbre laboral y política.
Los huérfanos políticos o “hijos putativos” de RICARDO BARROSO, ISAÍAS GONZÁLEZ CUEVAS y de ESTHELA PONCE BELTRÁN, deambulan con sus solicitudes de empleo bajo el brazo, buscando el sostén de sus familias y otros pretendiendo recuperar al menos su porción de poder político, para aspirar a posiciones plurinominales en Cabildos y Congreso, incluso, existe evidencia de que varios de ellos lo realizan desde su individualidad, ya que sus “gurús” han sido incapaces de generarles su espacio.
La política es de clases, niveles, relaciones de poder, compromisos y lealtades, como en prácticamente todos los aspectos de la vida, en ocasiones es más la necesidad que la dignidad, eso se entiende; pero cuando se logra “cierto nivel”, si hay que apostarle, a las mejores condiciones u oportunidades posibles. El comentario sale a colación porque en la presente semana, fue nombrado encargado de adquisiciones en la delegación del IMSS aquí en el Estado, AXXEL SOTELO ESPINOZA DE LO MONTEROS, es decir no le pudieron conseguir otra “chambita”, no solo más digna de acuerdo a su supuesto estatus político, porque después de ser diputado local y candidato a Presidente Municipal, mínimo le correspondía una subdelegación, por ello insistimos, hay niveles.
El ejemplo que citamos de AXXEL SOTELO, solo demuestra el nivel de orfandad del que gozan varios de los principales actores políticos del PRI, lo que también se traduce en una insolvencia de las “cabezas” de grupo, quienes teniendo el poder federal para operar en beneficio de sus siervos, les ofrecen como alimento, el desamparo total.
Si bien es cierto las cabezas de grupo no son “agencias de colocaciones”, lo que sí es verdad, es que a muchos de los huérfanos y desempleados de hoy, les prometieron trabajo, mejor nivel de vida, espacios de expresión y participación política; nada les han cumplido, peor aún, los siguen utilizando, basta verlos aún desgarrándose las vestiduras por sus mesías, con la esperanza de un mejor futuro.
Ya veremos que sucede en este sentido, lo cierto es que el aún lejano 2018 no les beneficia, quizás les haga justicia la “Revolución Institucional”, cuando nuevamente los generales de hoy y de siempre, ocupen tropa para hacer bulto e intentar ganar la batalla electoral, aunque bajo estas condiciones, sus logros estarán por verse. ¿No?
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