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EQUILIBRIOS / INE ¿SE TOCA O NO?

Pirotecnia Política: La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos. (Enrique Múgica Herzog)

A estas alturas de nuestra rupestre democracia, nadie puede asegurar que la pretendida reforma electoral propuesta por el Presidente de México y el Instituto Político que lo avala, sea aprobada en la Cámara de Diputados y menos ratificada en el Senado de la República; hay quien sostiene con argumentos sólidos que dicho instrumento legal, recibirá el mismo trato que la Reforma Eléctrica; dadas las condiciones políticas de hoy, que son las mismas que en el pasado reciente, porque se enfrentan los mismos contra sus iguales, el resultado no se puede augurar distinto, los bloques de competencia están marcados y el País polarizado, para bien o para mal.

La eliminación de los representantes plurinominales, la reducción del financiamiento a los partidos políticos, la desaparición de los órganos electorales estatales y la “joya de la corona” la dispersión o refundación del Instituto Nacional Electoral, son los temas que se discuten a nivel nacional y que han encontrado en las manifestaciones la manera más genuina de rechazo y respaldos.

El País está sumido en una rancia confrontación entre los que estuvieron y los que llegaron al poder político federal, a través de la elección del 2018; desde la lógica política y derivado de las circunstancias actuales, se presume que los que desean que el INE –literalmente- desaparezca, son los que están en el poder y quienes buscan derrotarlos en la urnas en el 2024, saben y entienden que sin el INE como organismo autónomo garante de un proceso electivo democrático, su misión sería francamente imposible.

Evidentemente que tras las intenciones de desaparecer el INE y el sentimiento por defenderlo, está el genuino interés político de acceder al poder,  a través de una competencia donde el árbitro valide el proceso, hasta que los Mexicanos tengamos la certeza de que nuestro voto fue la culminación de una elección ejemplar, gane quien gane.

Si a nivel País el divisionismo es palpable, en Baja California Sur, se nota más porque nos conocemos todos; pareciera que la desaparición del INE es solo interés de los políticos y sus partidos; la realidad es que es un asunto delicado y del que deberíamos los ciudadanos estar tomando participación activa.

Tengo la impresión de que la reforma electoral y sus derivaciones, no logrará la cantidad de votos en la Cámara de Diputados; políticamente el futuro del País está en juego en la fiesta de la democracia, todos quieren su rebanada de pastel y la única alternativa real que existe, es que para las elecciones del 2024, el árbitro siga siendo el INE, tal y como lo conocemos hasta hoy.

Los argumentos de quienes quieren desaparecer al INE, son tan legítimos como los de quienes se oponen; tras las posturas de unos y otros, está clara la disputa política; en democracia se ganan o se pierden elecciones y nada garantiza más una verdadera lucha democrática que el tener un árbitro electoral imparcial. La verdadera lucha por el poder presidencial, ya inició; faltan varios meses para saber si habrá reforma o no, lo único cierto es que cada vez es más clara la segmentación social y política del pueblo de México; la mayoría deseamos que esa división se mantenga, pero  entre los Poderes del Estado y sus órganos autónomos. El INE ¿se toca o no?… Ya veremos.

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