¿Y tú no estás estudiando?

Liberato Montenegro Villa

 

Andaríamos por el año del 63 o 64 cuando se realizaron unos juegos intersecundarios en Santa Rosalía. Se realizaba una actividad en la cancha Pedro Rucho Ceseña y me encontré con los compañeros Enrique Estrada Lucero y Félix Mario Higuera. ¿Y tú no estás estudiando? me preguntaron. Pues trabajo aquí y tú sabes Félix Mario que terminamos la normal juntos, le dije. Sí, pero no estudias la Normal Superior? Nunca había escuchado que hubiera ese tipo de escuelas. Platicamos, me hablaron lindura y media, se terminaron los juegos, y me quedé con el gusanito.

En el verano de 1965, Francisco Padilla Ruiz, Antonio Muñoz Meza y un servidor, tomamos nuestros tiliches y nos fuimos a Tepic, Nayarit a estudiar la dichosa Normal Superior. No digo que hoy no sea difícil cursar esa educación, pero antes, cuando se tenía que salir a otras entidades a cursarla, seguramente que las dificultades eran mayores: dejar el pueblo, viajar lejos, cambiar de vida por más de 60 días, otras comidas, otras amistades, hotel y abonarse, y para acabarla de amolar tener que gastar todos los dineros y vacaciones para estudiar, seguramente que era más sacrificio y dificultad que ahora que la escuela la tenemos casi en la casa.

Padilla y Muñoz se inscribieron en matemáticas y yo en historia (ciencias sociales). Y así transcurrieron cinco largos veranos conviviendo con otros sudcalifornianos: Chino Yee, Rodarte, Alfredo González, Paco Higuera, Húbert, Gilberto Ribera, que vivíamos en el mismo hotel y nos asistían en el comedor. Creo todos éramos solteros menos Padilla.

Me tocó en el grupo “A” y allí empezamos a conocernos: éramos como treinta de distintas partes del país. Obviamente con el tiempo fui olvidando los nombres de los compañeros. Como suele suceder al otro verano llegaron nuevos, otros no regresaron y algunos perdieron un verano o más. A las primeras de cambio, empezó a participar un joven (la mayoría éramos jóvenes) de una personalidad impactante: voz potente y modulada, dueño del escenario y conocimientos; lo nombramos jefe de grupo. Se llama Liberato Montenegro Villa. Luego supimos que había nacido en Jalisco, pero formado en las lides magisteriales de Nayarit. Desde el primer momento me impactó. Muy luego nos invitó a charlas los sábados, que nos servirían mucho en nuestra formación académica. Y así fue: nunca había tenido idea de la mínima tesis del socialismo, los modos de producción, la barbarie, el esclavismo, feudalismo, capitalismo y su fase superior el imperialismo y el surgimiento del socialismo, que en aquella época estaba en boga. Luego invitó a Lombardo Toledano y otras personalidades de Nayarit. Las pláticas de Liberato fueron atrayentes, doctas, amenas e inteligentes. Tan pronto nos hablaba de la comunidad primitiva, el avance de los instrumentos de producción de trabajo, el tránsito al capitalismo: “no por voluntad o buenos deseos, sino porque los instrumentos y relaciones de producción cambiaron, la máquina, la revolución industrial,” nos explicaba con un aplomo increíble: “no es la conciencia la que determina el modo de existir, sino el modo de existir el que determina la conciencia,” nos decía transformado en un erudito… y me convencía. Nos hablaba del socialismo como meta futura de la sociedad para al fin arribar al comunismo científico. Luego no lo volví a ver en el grupo, se cambió a las clases regulares de todo el año, fue nombrado presidente de la sociedad de alumnos y ya no supe más de él.

Hace algunos años me enteré que había sido diputado local, federal y senador bajo las siglas del PRI acuerpado por le Sección 20 del magisterio nayarita. Lo volví a olvidar y lo recordé cuando con voz vibrante nos hablaba de la lucha social y la revolución de los pobres. Mi correo: [email protected]

PASEMOS EL RUBICÓN: Hace unas semanas leí en Voces Cruzadas un comentario en el que se involucró su nombre, y decidí investigar un poco:

Liberato nació en Mazata ( 1937 ) una ranchería de Jalisco –entonces-, radicó en Tepic y estudió la Normal Rural de Xalisco en territorio Nayarita, de la que fue presidente de la sociedad de alumnos Emiliano Zapata. Luego fue presidente de la federación de estudiantes campesinos socialistas de México. En 1960 (cinco años antes de ir a la Normal Superior) fue presidente de la confederación de jóvenes mexicanos y después vicepresidente de la federación mundial de la juventud democrática para América Latina. (no era poca cosa el que me daría clases de marxismo)

Ya ejerciendo el magisterio y apoyando luchas populares logró colocarse como dirigente sindical afiliándose al PRI. En 1975 como dirigente sindical apoya al coronel Rogelio Flores Curiel, contra la candidatura del comunista Alejandro Gascón Mercado, elección sucia en la que Liberato orquestó el triunfo del general. En más de 40 años ha sido el líder del magisterio de la sección 20 del SNTE, nayarita. Su poder ha sido indiscutible, como uno de los charros más poderosos del magisterio: fue Secretario General de la sección en 1974 y desde entonces ejerce un gran poder sobre ella; fue titular de los servicios coordinados de educación pública (secretario de educación ahora). Fue diputado federal en 1994 y en 1997 senador plurinominal. Tiene cuatro hijos y a uno de ellos lo hizo diputado local, federal y senador. Algunos medios nacionales y de Nayarit han publicado que entre sus hijos y él tienen 17 plazas magisteriales. En 1999 fue precandidato priista a gobernador.

Una publicación nayarita dice de él: “Liberato Montenegro representa uno de los más grandes personajes de corrupción de la historia de Nayarit. Durante décadas se enriqueció ofensivamente a costa del magisterio nayarita al que manipuló y se sirvió sólo para su beneficio personal.”

Hace unos meses festejó sus 79 años y también le brindó un reconocimiento el senador nayarita Manuel Cota Jiménez, de la CNC.

Según la información que tengo, el poder de Liberato ha declinado aunque hace campaña para ser candidato a la gubernatura en 2017. La opinión general es que el candidato será el senador Cota Jiménez.

Me gustaría ir a Tepic, buscarlo y recordarle las agradables pláticas que nos brindó en alguna aula de la Normal Superior de Nayarit. Recordarle que soy Gasconista de hueso colorado y así moriré, siendo enemigo jurado del charrismo sindical. Alea Jacta Est. 01-12-16. Miembro de ESAC