En Opinion de...La suerte está echada

LA SUERTE ESTÁ ECHADA / Centenaria Cachanía ( II )

                                                                                               Bobby García

NOTA:- Cuando escribí el recital estaba la pesca del calamar en su máxima producción. Por las noches cientos de lanchas se hacían a “la mar” y desde la orilla parecía que había otra ciudad, ya que las lanchas llevaban una lámpara. Los visitantes que llegaban de noche creían que era otra ciudad, Por eso en algunos poemas y canciones se hace referencia a “esa ciudad que se fue al mar”

             PEREGRINO DE LA MONTAÑA. ( II )

                       ( POEMA )

Peregrino de la montaña

detente y no mires al mar,

deja esas rocas de metal

que te rompen el alma

te quiebran el corazón.

Bajaste bajando la sierra

sin darte cuenta siquiera

que a tu paso iban cayendo

rezos, angustias, tiendas de raya…

la tristeza también te llenó

y por tus ojos se derramó

Dios y el Diablo pelearon tu patente

y nosotros fuimos esclavos impotentes.

Llegaste por fin al mar,

las olas te dieron la espalda

y por los dedos de la espuma

resbalaron lágrimas duras.

Llegaste a la montaña,

nacieron humos, rieles,

andamios, una ciudad…

¡ningún poema!

una fundición sin alma

y las almas de los mineros

en el pecho del diablo, prendidas.

Llegaste, te usaron y llegaron…

otra historia gambusino de la nada…

locomotoras pariendo rieles y cruces

por el espinazo de Luzbel.

Botas, pasos y pesos

que los dedos ultramarinos

contaron a espaldas de Dios…y de ti.

Llegaron y se fueron…

se llevaron el cobre

y nos dejaron estériles montañas

que abortaron mil panteones.

Llegaron y por fin se fueron

nosotros recogimos todos los naufragios,

todos los escupitajos de sangre

de tus pulmones porosos;

recogimos todos los naufragios

de la cruz de tus panteones;

recogimos todos los naufragios

de la injusticia negra de la mina.

Se fueron y quedamos nosotros…

tenemos cuerpo de metal,

una casa llena de espumas de mar

y un patio lleno de lanchas y suspiros.

Se fueron y quedamos nosotros

navegando nuevos metales

que atracan

en los ojos brillantes de la escoria…

construimos barcos de papel

tripulados por el sur y el norte,

por la Rosa Náutica del sol…

-el viejo gambusino se quedó en la orilla-.

Alea Jacta Est. 19-07-21