LA LOTERIA
Tradicionalmente la lotería en cartas, ha sido para las familias mexicanas un desahogo a sus penas, un pasatiempo refrescante y un distractor por excelencia, sin descontar las emociones generadas por ganar el chorrito, cuatro esquinas o carta llena.
Esa tarde de verano ardiente, Matilde, Paty Ramírez y sus amigas invitaron a sumarse al juego ya iniciado a su cuñado Juan Carlos Martínez y su esposa Edelmira. Esta última aceptó el reto, así es que sacando la morralla se apoltró en el suelo y tomó su carta.
Por su parte Juan Carlos, se sentó a ver la televisión junto a su hermano Adrián, quién desde hace rato se aburría cambiando de canal, entre la academia y bailando por un sueño, por lo que la compañía no le cayó nada mal.
Falta decir que Marifer-la hija de Juan Carlos y Edelmira-al sentirse ignorada por su corta edad-3 años – decidió observar a todos y cada uno de los ahí presentes como un mero pasatiempo.
Notó que la hija mayor del matrimonio anfitrión, Italia, despichadita y aprovechando que todo mundo se entretenía, se salía con el novio a platicar al jardín. Y notó que mientras en la sala se oía: el paraguas, el pino .el barril, en el jardín los arrumacos subían de tono.
Pese a su corta edad intuía que las cosas no andaban bien y que si no entraba en acción las cosas se saldrían de control, al no encontrar palabras en su diccionario infantil que pusiera al tanto a los adultos de lo que afuera pasaba, se armó de valor y con pies de plomo, se plantó en el centro de la sala, jaló aire y grito a todo pulmón…
Ya le dije a tu mama cochina!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Mientras su mirada se dirigía, a la pareja enamorada.
Su grito paró el juego y el fuego, evitó que las cosas del verano, no hicieran su efecto en los enamorados quienes ante este hecho pararon sus coloquios y se integraron nuevamente a la tertulia familiar.