En Opinion de...VISIÓN EXACTA

DESDE SOMBRAS NADA MAS HASTA VOLVER VOLVER

Prof. Bernardo R- Maldonado Fiol.

En el recuerdo de los amigos FELIPE BELTRÁN G., ENRIQUE COLLADO, BETO ZAVALA, PANCHO ABAROA Y JOSÉ ANTONIO FLORES.

En el sentir de los mexicanos siempre aflora la pasión y el desbordamiento de diferentes manifestaciones desde silencios prolongados hasta catarsis sin diques que las contengan. En las entregas de ciertas pasiones encontramos a deportistas, artistas de diferentes géneros y hasta en políticos que invaden de alguna manera nuestros pensamientos.

En mis soledades bohemias a acudido un tema por demás olvidado en cuanto a las peroratas del día a día y es nada menos que la presencia comparativa de dos grandes figuras que se fueron hasta la intríngulis del sentir popular, y me refiero con respeto a JAVIER SOLIS Y VICENTE FERNÁNDEZ.

La Vox Populi siempre los ha mantenido en eterna comparación sin que el dedo acusador de los tiempos se atreva a inclinarse a favor del uno o del otro. Por supuesto que JAVIER no alcanzó a DON VICENTE EN cuanto al tramo de vida y la posible llegada en el STRECH no se dio nunca.

VICENTE FERNÁNDEZ un cantante de voz potente y de gran penetración en el pueblo, con buena presencia y con diferencias fuera de serie. Dn. Vicente sin duda se gana la cima de la preferencia nacional y su voz nunca tuvo sombras, ni siquiera SOMBRAS NADA MÁS.

Al paso del tiempo y ante el evidente retiro de Dn. Vicente los caprichos de tiempo y espacio pone a JAVIER SOLIS Y VICENTE FERNÁNDEZ prácticamente en el anhelado STRECH de la opinión pública y la comparaciones toman fuerza para expresar SOMBRAS NADA MÁS O VOLVER VOLVER.

En mi opinión estrictamente personal describiría a Dn. Vicente como el de la voz potente y de penetración romántica hacia TIRIOS Y TROYANOS que no tiene comparación actual a su lado.

JAVIER SOLIS llegaría en un final de fotografía adelante en la verdadera pista del romanticismo y su voz si contaramos con ella en la actualidad HARÍA TIRAS EL SENTIMIENTO del más escéptico. SOLÍS dejaba correr el lápiz de su voz hacia territorios de terciopelo donde la música y lo verbal se perdían en una ruta sin fin y que guiaba sin querer al arribo de expresar a la belleza de la mujer lo que sin diques ni fronteras se ha merecido a través de los tiempos.