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BALCONEANDO / ¡VIVILLO EL CHAMACO!

Por Alejandro Barañano

En todos lados se cuecen habas, y no podía ser la excepción el INSTITUTO TECNOLÓGICO DE LA PAZ, ello porque a pesar de que se trata de una escuela pública que es considerada como la primera institución educativa de nivel licenciatura en Baja California Sur, está metida en líos gracias a uno de esos vivillo que nunca faltan.

Y lo digo porque un supuesto profesor de nombre DAVID ANTONIO IBARRA ANGULO tuvo la “brillante idea” de realizar una disque rifa entre amigos utilizando para ello a sus propios alumnos, evento que planea llevar a cabo el próximo 30 de diciembre, y en el cual se dice que se dará como primer premio un automóvil tipo sedán color negro de la marca Chevrolet modelo Beat 2018, con un valor comercial cercano a los 130 mil pesos, pero que curiosamente resultó es de su propiedad.

Además como segundo premio, ofrece una Laptop Gaming Alienware y que según el “erudito rifador” tiene un costo aproximado a los 50 mil pesos, y que quien resulte ganador del tercer premio se llevará a casa un Smartphone Samsung S22 con un precio aproximado a los 20 mil pesos; dando supuestamente un total de 200 mil pesos en premios, claro, todo esto según DAVID ANTONIO IBARRA ANGULO.

Para ello, está utilizando a 24 estudiantes que cursan la carrera de Ingeniería en Gestión Empresarial como supuestos “vendedores”, y dice motivarlos porque les entregara incentivos en efectivo por “acomodar” los boletos premiados. ¿Cómo se preguntará usted? Muy sencillo, a quien venda el boleto del primer lugar le dará 15 mil pesos; al vendedor del boleto del segundo lugar 10 mil pesos y al vendedor del boleto del tercer lugar 5 mil pesos, por lo que el total de incentivos por venta de los boletos premiados será por el orden de los 30 mil pesos. ¡QUIHUBOLE!

Ahora bien, el contrato que elaboró DAVID ANTONIO IBARRA ANGULO bajo el termino de “ACUERDO DE RIFA ENTRE AMIGOS” que obra en nuestro poder, deja al descubierto una serie de tecnicismos que cualquier ducho jurisconsulto sabrá que no es que para marear a quien se deje, pues habla en la cláusula E habla de la división de la ganancia de la rifa, misma que se hará siempre y cuando se cubra de manera total la cantidad que el vivales “maestro” trae en mente.

Luego está la cláusula F, donde se signa que cumpliendo con lo anterior –o sea lo del inciso E– las ganancias se repartirán de manera porcentual siendo el 50 por ciento para el patrocinador y la otra parte para los vendedores involucrados, aunque solo lo podrán obtener al realizar la venta de los boletos entregados.

Pero ahora viene lo bueno, primero porque el tal DAVID ANTONIO IBARRA ANGULO está contratado por el Instituto Tecnológico de La Paz para impartir clases y no para elucubrar “rifas chafas entre amigos”, aunque esto parece que no le importa a nadie pues resultó que es el vástago de la subdirectora Académica CARMEN JULIA ANGULO CHINCHILLAS, y eso es más que suficiente para que haga y deshaga a su antojo el “profesor”.

Segundo, ¿Acaso MARIO CORTÉS LARRINAGA, director del Instituto Tecnológico de La Paz, está de mero adorno en la institución y es que forma parte también de la triquiñuela?  Y lo digo porque si agarramos una calculadora y sacamos la ecuación aritmética de lo que traen entre manos, podemos descubrir que seguro buscan tener una feliz Navidad, pues en el contrato se estipulan los nombres de los 24 estudiantes de Ingeniería en Gestión Empresarial a quienes les exigen la venta de cien boletos –numerados- y que cada uno de los boletos de la rifa tiene un costo de 250 pesos, pues nos da la friolera de 600 mil pesos en total, muy por encima de los 200 pesos en premios que ofrecen entregar, esto aunado a la comercialización obligada del automóvil propiedad que es propiedad DAVID ANTONIO IBARRA ANGULO y que lo presume como el premio gordo de la movida. ¡VIVILLO EL CHAMACO DE MAMI!; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .