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BALCONEANDO / ¡MALA SOMBRA!

Por Alejandro Barañano

 

¿Cómo se puede explicar qué es tener buena o mala sombra? Pareciera fácil porque si algo tiene buena sombra es agradable, simpático, gracioso; o sea, bueno. Y si tiene mala sombra es desagradable, antipático, sin gracia; en definitiva, malo.

Pues bien, tal parece que Alberto Rentería Santana es un tipo con muy mala sombra, nada le sale bien y todo lo que toca lo sala, descompone o lo echa a perder.

Y lo digo porque recuerdo haberlo conocido allá a finales de los años 90 en la zona de Los Cabos, cobijado en ese entonces por su padrino político Narciso Agúndez Montaño, y siempre asociado para hacer sus pillerías con un personaje de oscuro pasado, César Uzcanga Amador.

Finalmente el nativo de Los Naranjos –por esos errores que a veces tiene la democracia- fue gobernador de Baja California Sur y Alberto Rentería Santana se pavoneaba por la burbuja a la que había llegado su padrino protector. Claro, esto hasta que cayó en desgracia –al igual que su socio conocido en el bajo mundo con el mote de “El Carnal”- y fue encerrado por casi un año en el CERESO de La Paz.  Ahí nunca dijo esta boca es mía y a ambos les volteó la espalda.

Poco a poco como sucede con la humedad Alberto Rentería Santana se fue metiendo en lo que tomaba forma como el Movimiento de Regeneración Nacional, esto hasta lograr enquistarse en la dirigencia estatal pero sin descuidar su verdadera trinchera de donde obtiene recursos con el esfuerzo y sudor de los trabajadores, o sea el Sindicato de Gastronómicos.

¿Pero por qué decimos que con el tiempo todo lo sala, descompone o lo hecha a perder? Bueno, pues habrá que recordar los diversos “relanzamientos” que ha hecho bajo las enaguas de MORENA, adoleciendo incluso hasta de sentido común, y reflejando siempre una actitud de desesperación en un conflicto enmarcado por sus caprichos y juego de vencidas, esto tras largos años de litigios mostrando poco músculo para quedar siempre en nada, y hablo del asunto del Hotel Los Arcos; ese berrinche suyo que dejó en la calle a docenas de trabajadores y que a la fecha la mala sombra con que Alberto Rentería Santana se acompaña ha dado mucho de qué hablar.

Otro arrebato esquizofrénico de esos que muestra tener fue cuando se le acusó haber agredido físicamente a una persona de nombre Jorge Leandro Velásquez Cerde, y donde la víctima no tuvo de otra más que presentar ante la Procuraduría General de Justicia del Estado una querella por el delito de lesiones y amenazas en contra de su persona, esto el 11 de mayo del 2017 cuando Alberto Rentería Santana originó un conato de bronca a las afueras de las oficinas de la Junta de Conciliación y Arbitraje.

Además y de acuerdo al expediente CNHJ BCS 334/17  fechado el 1 de agosto de ese mismo año, la Comisión de Honestidad y Justicia emitió y consideró que el todavía dirigente estatal de MORENA había cometido actos públicos de violencia y corporativismo, así como violaciones a los documentos básicos de ese instituto político. O sea que su mala sombra no lo abandona, siempre está con él.

Luego sin más ni más –y sin razón lógica que lo justificara- se le atravesó en el camino rumbo al Senado de la República a Víctor Manuel Castro Cosío, y al salir por cuerdas como sucedió tuvo la brillante ocurrencia de querer competir por la candidatura a la alcaldía de La Paz buscando con ello desplazar a Rubén Gregorio Muñoz Álvarez, pero en ambas situaciones no tuvo de otra más que aceptar sus derrotas.

Otro dato que corrobora lo que decimos, fue cuando criticó abiertamente a Jesús Armida Castro Guzmán por dejarse mangonear por el grupo político que encabeza Leonel Efraín Cota Montaño, ya que tiene como secretaria general en el Ayuntamiento de Los Cabos precisamente a su hermana, Rosa Delia de mismos apelativos, expresiones de Alberto Rentería Santana que dejaron en claro un enfrentamiento en contra de lo que queda y aún representa el llamado “leonelismo” en la zona del sur del estado.

Sin embargo –curiosamente- no ha dicho absolutamente nada con respecto a las malandronadas que se han descubierto –y que ya son por demás conocidas por la sociedad- con respecto a los escándalos que se han dado al interior del Congreso del Estado, en especial a lo referente al conflicto de interés en que está involucrado el legislador Esteban Ojeda Ramírez, por aquello de que su cuñada –pareja de su hermano como la define- giró 46 facturas consecutivas en favor del Poder Legislativo provocando así un daño al patrimonio de los sudcalifornianos, pues se ha comprobado que dichos documentos fiscales fueron elaborados con precios inflados, y ahí el mala sombra de Alberto Rentería Santana mejor decidió callar, ello y a pesar de que el adagio popular reza que quien lo hace otorga.

Luego entonces está visto que con un dirigente partidista que se dedica hacer el trabajo sucio para beneficio personal a cambio de posiciones de medio pelo en las representaciones del Gobierno Federal en Baja California Sur, ha resultado ser un cadillo entre los glúteos en términos políticos, pues sus ataques sin sentido ni sustento orquestados desde la propia sede de MORENA en contra de los gobiernos municipales emanados de esa corriente, y contra todos aquellos representantes populares que simplemente no se doblegan ante las exigencias planteadas dentro de los postulados que maneja cual si fuera el Sindicato de Gastronómicos, tendrán consecuencias al momento que pretenda tomar acuerdos, y quizá todo ello se deba ni más ni menos que a la mala sombra con la que transita Alberto Rentería Santana a donde quiera que va; por lo que mientras algo sucede al respecto  quien esto escribe mejor seguirá BALCONEANDO. . .