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BALCONEANDO / 8M: ¡MIS ABUELAS!

Por Alejandro Barañano

  • A la memoria de mis dos abuelas, a las que ya no tengo conmigo. . .

A veces pienso en mis dos abuelas, mujeres de esfuerzo, de trabajo, una de ellas cruzó un océano buscando un mejor futuro para su familia. La otra, hizo lo imposible para que sus niños estuvieran seguros de que tenían una oportunidad más allá de su realidad económica.

Ambas se enfrentaron como pudieron a un mundo que no estaba preparado para ellas, cada una a su modo tuvo que hacer malabares entre el trabajo doméstico y el trabajo fuera de casa. Y más allá del aporte que hacían a la sociedad y a sus familias, ambas nacieron en un mundo donde no eran consideradas ciudadanas plenas de derechos.

Cuando pienso en ellas, pienso en lo solitarias que se debieron sentir, quizás hasta fuera de lugar de vez en cuando. Pero también pienso que eso nunca las detuvo, ni a ellas ni a las otras cientos de mujeres que en solitario hicieron lo que no se esperaba de ellas. Sólo hicieron lo que sintieron que tenían que hacer.

Ellas no podían votar, no podían acceder a cargos públicos, no podían trabajar en cualquier área, no podían decidir sobre sus cuerpos, no podían pasear solas, no podían practicar ciertos deportes y tantas otras cosas que para la otra mitad de la sociedad se daban por sentadas.

Hoy, muchas décadas después, el panorama ha cambiado, es cierto, pero aún no lo suficiente como para que dejemos de tener marcado en el calendario el 8 de Marzo como DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.

Tal parece que necesitamos recordarle a la sociedad que la cancha no está pareja y que el lugar que hoy en día tienen las mujeres tuvieron que conseguirlo luchando por él, esto porque no era “natural” hasta que empezaron a exigirlo.

Todavía nos queda mucho camino por recorrer tanto en lo laboral, como en lo social y también hay que decirlo, dentro de las propias familias. Tenemos que dejar de ponernos etiquetas a nosotros mismos de “niño” y “niña” y empezar a mirarnos y tratarnos como lo que somos, simplemente personas con igualdad de derechos, deberes y opciones, y así cada uno de nosotros con sus particularidades nos hará únicos pero no superiores ni inferiores.

Por eso mi gran deseo es que ojalá ya no sea necesaria la conmemoración del 8 de Marzo, en que las cuotas, los sesgos inconscientes y la violencia de género estén tan obsoletas que hasta parezca un mito urbano. Mejor dejemos de hablar del DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER y de hacer bromas sobre el “día del hombre”, y por fin podamos celebrar el DÍA DE LA HUMANIDAD. Así lo veo; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .

COMO EN BOTICA

Reunirse como lo hicieron ayer algunas mujeres para marchar, pintarrajear y dañar las puertas de acceso al CENTRO DE JUSTICIA PENAL podrá ser excitante y muy divertido para algunas de las que acudieron como manifestantes, pero en nada contribuyen ese tipo de acciones para mejorar las condiciones de inseguridad que padecen las féminas en BAJA CALIFORNIA SUR.

Y lo digo porque vivimos en una entidad donde los delitos que están relacionados con la VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES presentan una elevada cifra en números rojos y un altísimo grado de impunidad, aunque haya quien vocifera que todo está bien cuando en realidad los hechos demuestran todo lo contrario. . . ¡HE DICHO!