En Opinion de...La suerte está echada

Arden Los Cabos

“Ningún visitante resultó herido”

 

La vox populi repite y repite que los hermanos Covarrubias vendieron la plaza de La Paz y Los Cabos a dos carteles de la droga. “haiga sido como haiga sido” lo cierto es que a unos meses de que terminara el cuatrienio de Covarrubias se desató la ola de asesinatos de alto impacto. Desde entonces el crimen organizado ha desquiciado la antigua paz de La Paz transformándola en una verdadera “cena de negros”

El gobernador, desde antes de asumir la responsabilidad “prometió que él sí sabía cómo terminar con la inseguridad y que la tranquilidad volvería a la ciudad.” De entrada mandó a sus tamemes del congreso a que modificaran la constitución para que el puesto de procurador lo pudiese ocupar cualquier ciudadano fuera o no sudcaliforniano… y nos trajo al súper hombre Erasmo Palemón, precedido de fama de hombre inteligente y conocedor de la materia, que daría buenos resultados. Y ahí están los resultados: ha sido un procurador ineficaz, pedante e inútil que en nada ha podido resolver la acción de los sicarios que por momentos se desatan matando hasta 14 en un fin de semana. Palemón prometió que el caso de Jhonatan Hernández se resolvería; publicitó que ya tenían el nombre del asesino y que lo llamarían a cuentas… hasta ahora el caso Jhonatan está donde mismo: en las puertas del bar Micheladas, antro en que lo ultimaron.

El gobernador ha concurrido a “mil” reuniones nacionales y los asesinatos “van de mal en peor”

Ha habido jornadas en las que el fin de semana los sicarios toman la ciudad de la Paz, Cabo San Lucas y San José, en campo de entrenamiento asesinando hasta catorce individuos.

Esta semana recién terminada, (jueves, viernes, sábado y domingo) Los Cabos ardió ya que los ejecutados fueron muchos: en el Zacatal, el Tule, en Cañada de los Perros, en la Ballena y uno en la Navarro Rubio aquí en La Paz.

Lo más explosivo sucedió el domingo pasado (día 6) en la playa Palmilla, centro de esparcimiento a unos cuantos kilómetros por la carretera entre San José y Cabo San Lucas, playa emblemática a la que acuden lugareños y turistas. Se informa que tranquilamente arribaron los sicarios y abrieron fuego contra cinco paseantes. En un instante mataron a tres dejando muy mal heridos a dos, uno de ellos mujer. Así como llegaron rápidamente se fueron los matones. Supongo que la playa es un lugar muy amplio, aun así nadie se percató de la presencia de los asesinos ni para dónde huyeron. La policía, gendarmería, militares, marinos, soldados, ninguno de ellos pudo detectar a los agresores. Los visitantes a la playa entraron en pánico huyendo para donde podían… volvió “la calma” y las autoridades informan que:

“Ningún visitante resultó herido en la balacera de Palmilla: el fideicomiso hace una precisión a los medios, por lo que se infiere que los tres muertos y los dos heridos eran locales.”

Por lo que se “infiere” que: para el gobierno municipal y el estatal, en su dislocada sesera –de sesos- tienen aferrada la idea de que las únicas personas que valen, y hay que velar por su seguridad, son los extranjeros que visitan los Cabos, ya que al informar que “ningún visitante resultó herido” así se entiende. Los que van a un lugar son visitantes sean gringos o no. Palmilla estaba llena de visitantes, pero el gobierno se apresta a decir que los tres muertos y los dos heridos eran locales, es decir, no eran nada. Y luego rematan informando que la actividad turística no se verá afectada. ¿A quién pretenden engañar?

Y luego decir que “ningún visitante resultó herido,” es decir, los muertos y los heridos no eran visitantes, “es decir,” nos dan a entender que los locales no valen nada. “Es decir,” la tesis de vivir en paz y mejor futuro, no alcanza para los locales que visitaban la playa Palmilla…Podían haber muerto más, pero que fueran locales ¡habráse visto! Mi correo: [email protected]

PASEMOS EL RUBICÓN: Inmediatamente después de que por enésima vez arden Los Cabos, el secretario general de gobierno declara que vienen más elementos federales para seguridad. ¿Cuántas veces ha declarado tal cosa el secretario? Tantas que La Paz y Los Cabos están llenas de fuerza pública federal. ¿Y qué podemos concluir entonces? Sencillamente que no es la estrategia adecuada. ¿Y entonces? Tendremos que seguir esperando a que los carteles de la droga se pongan de acuerdo en los perímetros de sus actividades.

Recuerdo cuando trajeron cientos de gendarmería y soldados, camiones camuflajeados, etc. y las ejecuciones se calmaron. El gobernador muy risueño declaró que habían aumentado la medicina y había surtido efecto… ¿Y ahora qué dirá, más medicamento? Ya se demostró que la medicina está caduca…

¿Y por donde llegan los sicarios y los jefes de la droga?

Lo de Palmilla es un evento más, lo único “macabro” es que crean que los lugareños no son nada, que los extranjeros valen mucho más que los nativos, eso sí que está retecabrón… Alea Jacta Est.- 08-08-17-