En Opinion de...La suerte está echada

A 131 años de aquel estallido

Por la montaña del cielo bajé cantando…

 

Siete de julio 1885/ siete julio 1985: el látigo de la historia nos partió en dos, el antes y el después. Escribo olas (canción).-  Por la montaña del cielo/bajé cantando/versos de plomo y cobre, mujer,/entre peñascos.////Nacido en Santa Martha/o en San Luciano/reviento en cobre azuloso, mujer,/y ya soy mina.////Bajé bajando la cuesta/por Ranchería/un peso grande en el alma, mi amor,/que me lastima.////Mi raza es de mineros/alma de cobre/mis pasos son peregrinos, Señor,/ grave calvario.////A falta de agua de río/invento piedras,/alma de roca tengo, Señor,/soy gambusino.////A falta de mi poema/escribo olas,/voy recobrando naufragios de ayer/por estas playas.////Noche que anida en mi pecho/como palpitas,/estrellas tengo en los ojos, mujer,/te deletrean.////Soy como las caracolas/lleno de mares,/mi casa es de cantores, Señor,/nota y guitarra.////A falta de agua de río/invento piedras,/alma de roca tengo, Señor,/soy gambusino.////A falta de mi poema/escribo olas,/voy recobrando naufragios, de ayer,/por estas playas.////Noche que anida en mi pecho/cómo palpitas,/estrellas tengo en los ojos, mujer,/te deletrean.////A falta de mi poema/escribo olas,/voy recobrando naufragios, de ayer,/por estas playas.////

Con esta canción inicia el trabajo poético-musical que escribí para mi pueblo Santa Rosalía. Le llamé: A falta de mi poema escribo olas, y mi sobrino Eduardo García y un servidor, lo presentamos en las fiestas de aniversario del segundo año de José Manuel Rojas Aguilar. Luego sigue un poema que inicia: Peregrino de la montaña/detente y no mires al mar/deja esas rocas de metal/que te rompen el alma/te quiebran el corazón.////Bajaste bajando la sierra/sin darte cuenta siquiera/que a tu paso iban cayendo/rezos, angustias, tiendas de raya/la tristeza también te llenó/y por tus ojos se derramó////Dios y el Diablo pelearon tu patente—etc.

Desde entonces –y por desgracia- no he podido encontrar los apoyos para hacerlo CD, independientemente de que mi sobrino ya lo tiene en disco… y desde que la montaña parió bolas de cobre descubiertas por don José Rosas  Villavicencio, -y que algunos me dicen que se llamó José Rosa Villavicencio Aguilar- y de eso ya hace más de 131 años, nuestro pueblo sigue padeciendo penurias y mil calamidades, principalmente las autoridades, que hoy, arropan a Minera Metalúrgica Boleo, que igual que ayer manejan la ley laboral a su antojo. Y la cuarta canción dice (estrofa) Regreso solo a la playa,/redes llenas de ilusión,/sigo siendo un explotado/sin propiedad ni canción./Mi patrón ya no es francés,/viene ahora del oriente,/sigo pobre, sigo triste,/mi cosecha está pendiente,/sigo siendo un explotado/sin propiedad ni canción…/sin propiedad ni canción./

Cuando en 1985 se clausuró definitivamente la minería, un puñado de militantes de izquierda afiliados a los partidos: PRS/PRT/MRP/POS/PMT/ realizamos un mitin en la plaza central para manifestar nuestra aguerrida protesta por la clausura de la minería y por el destino al que condenaban a los mineros “libres”, así les llamaban, y que los echaron como animalillos sin dueño. Ese día se festejaba el centenario en la plaza. Había mucha gente, pero no por nuestra actividad sino porque esperaban que pasara en el desfile el marchista Raúl González. Nuestro pueblo tiene muy poca memoria histórica: lo explotan desde 1885, la ley del trabajo es letra muerta, los alcaldes van de mal en peor, y los habitantes “ni sudan ni se abochornan.” Después de 1985 llegaron las calamareras y por eso mi canción dice: mi patrón ya no es francés, viene ahora del oriente. Hubo una época a medidos de los 90 aproximadamente, en que la pesca del calamar fue el boom que revivió la economía… pero para los mismos, los ricos, los empresarios, los de los servicios. El mar Bermejo, hasta donde la vista alcanzaba, por las noches parecía otra ciudad; se miraba una infinidad de luces: las lanchas llevan una lámpara para atraer la especie. Mi correo: [email protected]

PASEMOSEL RUBICÓN: Mi patrón ya no es francés, viene ahora del oriente… las calamareras de los coreanos siguieron la costumbre laboral y súper explotaron a los pescadores y a lo@s trabajadores de las plantas. Llegó una empresa canadiense a reactivar la minería. Volvió el boon económico y el pueblo pareció salirse de sus calles y banquetas por miles de transeúntes. Me tocó ver tal fenómeno. Los canadienses hicieron “mal las cuentas” y vendieron la empresa a los coreanos de las calamareras, a los que tienen demandas impulsadas por el compañero Tito Piñeda, desde hace muchos años: en la MMB los coreanos siguen la costumbre de no respetar los derechos laborales como nunca respetaron pescadores y calamareras.

Mi trabajo literario musical es poético pero de denuncia: Mi patrón ya no es francés, viene ahora del oriente, sigo pobre sigo triste, mi cosecha está pendiente. Una estrofa del penúltimo poema dice: el patrón de hoy no tiene piel rosada/ni ojos azules…/el patrón de hoy tiene/ojos rasgados y negros…muy negros…pero igual que ayer/el patrón de hoy, el patrón de hoy/huele a explotación y miseria./ (los poemas son poesía coral)

En un aniversario de fundación, en la administración de Guille Santillán, fui invitado a disertar sobre mi premio estatal de crónica. En una parte toqué la minería actual. Estaba de invitado una persona de ojos rasgados. Cuando trataba el tema se levantó y abandonó el local. No sé si sería coincidencia, pero se salió… pero mi patrón ya no es francés, sigo pobre sigo triste mi cosecha está pendiente. Alea Jacta Est.  12-07-16