EL DIVÁN / CONFESIÓN DEL HOMBRE
I
No tengo otro semblante
Este soy yo
Me maquillo con el corazón todos los días.
La rabia no se esconde. Esta muerta
En un avión de papel se fueron todas las lágrimas
Pero llueven a veces como alfileres.
Entonces me vuelvo fugitivo
Y voy a recorrer, solo, mis ganas de ser hombre
Para batirme a duelo con mí sombra
En aquel desierto oscuro
Donde la soledad
Gana todas las batallas.
Soy este: no tengo otro semblante
II
El mundo es una nube de polvo
Toda lógica se desvanece
Lo que en ese instante miras
Se vuelve mariposa
Un caballo a trote
Puede ser tu risa
Las montañas la niña de tus ojos
Un viento helado es el recuerdo permanente.
Somos la crucifixión de lo que aún vive
El amor imposible de un pacto de sangre/
El camino que todos ven sin encontrarlo.
III
Soy de ese lado del camino
Donde yacen los hombres banales
Cuando la voluntad se cansa.
Piérdete donde yo por un momento
En este escondrijo maltrecho
Que tiene en su razón la puerta
Como el pájaro su canto
Como el volcán su fuerza.
Ven aquí
A este tu reflejo
A estas tus huellas
A este cadáver de tu sombra
Donde yaces
IV
Hay un amor que nace después de ti pero desaparece.
Todo vuelve al origen, donde estás, donde te encuentro.
Vivimos donde tú y yo estamos.
La vida es una muerte perpetua
y en la eternidad te busco.
Hay un encuentro que no tiene final.
Apenas el relámpago de un comienzo
y una lluvia que no escampa.
V
Diré que vuelves desde un suspiro infinito
Diré que el final es el universo
Diré que somos
Lo que aquí se dijo
Diré que seremos lo que aquí se queda
El sudor gozoso de la muerte
El caracol de tus gritos
Que guardan mis oídos.
*Del libro inédito de poesía inédito Confesión del Hombre.